domingo, 22 de noviembre de 2015

El Patito Feo

Una tarde de invierno una madre y su hija estaban viendo la televisión y en los anuncios la hija preguntó a su madre:
- Mamá, ¿por qué soy diferente a las demás chicas? Ellas son más guapas que yo.
La madre la respondió:
- Cariño, eso es porque cada persona es diferente. Y si no me crees escucha lo que te voy a contar:
     En un pequeño pueblo había una pata que tuvo patitos, pero uno de ellos era más feo y grande que los demás.
Tras sufrir las burlas de los animales de la granja el pequeño decidió marcharse e irse a buscar un lugar donde nadie se riese de él.
El feo pato vagó por muchos sitios donde nadie lo aceptaba. En uno de los lugares que visitó, vio unas hermosas aves blancas con cuellos largos, cisnes.
Pasaron las estaciones, el invierno con su frío... Hasta que la primavera volvió al pequeño pueblo y el patito feo volvió a ver los cisnes. La tristeza le invadió al ver la belleza de aquellas criaturas reflejada sobre el agua cristalina, bajo la cabeza y descubrió su propia imagen sobre el lago, era parecida a la de los animales blancos dueños de la superficie. Era como ellos. Era muy, pero muy feliz, aunque no había en él ni una pizca de orgullo, pues este no cabe en los corazones bondadosos. Y mientras recordaba los desprecios y humillaciones del pasado, oía cómo todos decían ahora que era el más hermoso de los cisnes. 

La niña sonrió ante el cuento que acababa de escuchar y se dio cuenta que la belleza no era lo mejor.
Al ver esa gran sonrisa la madre dijo:
"Cuando confíes en ti
todo el mundo verá que vales mil"